CANCIÓN PARA ESE DÍA
He aquí que viene el tiempo de soltar palomas
en mitad de las plazas con estatua.
Van a dar nuestra hora. De un momento
a otro, sonarán campanas.
Mirad los tiernos nudos de los árboles
exhalarse visibles en la luz
recién inaugurada. Cintas leves
de nube en nube cuelgan. Y guirnaldas
sobre el pecho del cielo, palpitándose,
son como el aire de la voz. Palabras
van a decirse ya. Oíd. Se escucha
rumor de pasos y batir de alas.
JAIME GIL DE BIEDMA
GIL DE BIEDMA, Jaime (1959). Compañeros de Viaje. Barcelona: Joaquín Horta, Editor. (Fe de vida, Poesía y ensayo, 3)